Líderes empresariales navegan por Internet y realizan conferencias, atentos a lo que hacen otros líderes del mercado. Sin embargo, muchos se olvidan que tienen un recurso de inspiración a su alrededor: la naturaleza.
Tanto en la naturaleza como en los negocios, sobreviven los más fuertes, los más adaptables y los más creativos. Esta contiene recursos inexplorados que las personas innovadoras pueden utilizar como inspiración para ideas exitosas y sostenibles. En este contexto, biomimicry (Bios = vida; Mimicry = emulación) puede ser un abordaje fundamental para el desarrollo de innovaciones en su empresa.
Biomimicry es un abordaje de procesos de innovación que defiende las estrategias que se encuentran en la naturaleza para desarrollar soluciones sostenibles a los desafíos modernos. El término se popularizó en 1997 con la publicación del libro “Biomimicry: Innovation Inspired by Nature”, de Janine Benyus.
Sin embargo, el término y las aplicaciones no son bien conocidos, incluso muchos de estos forman parte de nuestra vida cotidiana. En ingeniería y arquitectura, esta tecnología es ampliamente utilizada para resolver problemas que parecen sin solución. Además, un hotel que funciona ecológicamente puede agradar en especial a muchos huéspedes.
Confiera algunas aplicaciones de biomimicry:
Inspirada en la forma como la piel de los peces reacciona al contacto con el agua, la tecnología de baja fricción aplicada a su traje de natación, ayudó al nadador Michael Phelps en sus conquistas en la piscina. La misma tecnología también se ha aplicado a los cascos de barcos, submarinos e incluso aviones. Los dientes de tiburón también sirven para inspirar las ranuras de los neumáticos de los hidroaviones para aterrizar en el agua.
El Velcro fue desarrollado en 1941 por el ingeniero suizo Georges de Mestral, que paseaba con su perro por un bosque y se dio cuenta de que algunas semillas se quedaban pegadas en sus pantalones y en la piel de su perro. A partir de esta observación, se preguntó sobre la posibilidad de utilizar este mismo mecanismo para fijar objetos mediante un sistema de pequeños ganchos y una tela.
La torre William McDonough Tree está inspirada en las funciones naturales de un árbol y el Mandarin Oriental Tokyo está proyectado para funcionar como un gran árbol vivo. El Kepos Eco Hotel en Florida tiene la capacidad de absorber energía solar y eólica a través de poros abiertos. El Hotel Songjiang en China tiene propiedades geotérmicas construidas en una antigua cantera para producir electricidad y agua caliente.
Un helicóptero fue inspirado en libélulas y con láminas de viento con protuberancias de aletas de ballena. Mediante esto, podemos decir que las soluciones biomimicry pueden encontrarse en los lugares más inverosímiles. Confiera el caso del tren bala en Japón que solucionó el problema a través de un observador de pájaros:
Aunque biomimicry es más a menudo asociada con la imitación de las formas o estructuras, la inteligencia de la naturaleza también puede inspirar nuevos procesos de estrategias de liderazgo, innovación y diseño organizacional.
“Este método de diseño que incorpora lecciones aprendidas de la naturaleza, puede transformarse constantemente en respuesta a los nuevos desafíos en nuestros ambientes”, escribe Lorraine Francis, de Gensler, empresa global de diseño y arquitectura.
Los viajeros de hoy esperan un estándar de lujo que cumpla no solo sus necesidades, sino también con sus valores éticos. Para atender a estos viajeros, los hoteles están incorporando cada vez más prácticas sostenibles en sus áreas, con la ayuda de biomimicry.
Imagínese un hotel que genera energía y se refresca utilizando el viento, absorbe la luz solar para obtener electricidad y recoge y recicla el agua de lluvia a través de piscinas subterráneas. Esto ya es una realidad. La tendencia es que, en el futuro, los hoteles no solo sean energéticamente eficientes, sino también inspirados y adaptados a sus hábitats naturales.
Además de la sostenibilidad, esto transmite emociones positivas a los viajeros que se preocupan por este asunto. El año pasado, Terrapin colaboró con la Interfaz y Gensler en una serie de estudios preliminares para aportar claridad acerca de las tendencias de biodiseño en hospitalidad. Los estudios han confirmado lo que se esperaba: el diseño biofílico ha contribuido con la creación de una experiencia memorable para el huésped, aumentando en un 18% la tasa media diaria de habitaciones ocupadas.