La consultoría MarketsandMarkets estima que el reconocimiento facial en las tiendas minoristas ya mueve más de US$ 3,3 mil millones en la venta al por menor. La cantidad invertida debería acercarse a los US$ 8 mil millones de dólares para 2022. Pero, ¿cuáles son los beneficios de esta tecnología y sus principales aplicaciones en el comercio minorista?
¿Cómo funciona el reconocimiento facial en el comercio minorista?Como primer paso, hay que entender cómo se aplica la tecnología en esta segmentación. El registro del cliente en el sistema de la tienda se hace normalmente: se recogen los datos personales, se escanean los documentos para su registro, y luego se incluye una foto del rostro del consumidor, que se enviará a la base de datos que utilizará el sistema de reconocimiento facial.
La tecnología leerá los patrones detallados del rostro de la persona y codificará esta información en una secuencia numérica digital cifrada. La secuencia se adjunta a su información personal, convirtiéndose en la identidad del sistema. Así que cada vez que la cámara lea estos patrones, el sistema hará el reconocimiento.
Todo el mundo sabe que la facilidad en pagar se traduce en más ventas. Cada vez es más común que los establecimientos acepten el pago a través del reconocimiento facial. ¡Sin tarjetas, sin cajas, sin filas, solo seleccionar el producto del estante que está en la lista y está pago!
Los dueños de e-commerce ya tienen soluciones de reconocimiento que permiten verificar los hábitos de sus clientes. Informaciones sobre el tiempo que sus consumidores suelen permanecer en la tienda y qué productos han sido más observados, por ejemplo.
La tecnología también permite entender el comportamiento y los principales hábitos de los clientes en las tiendas físicas. De esta manera, en el comercio minorista, el uso del reconocimiento facial permite el mapeo, en tiempo real, de las personas que circulan en el establecimiento.
Permite, por ejemplo, percibir la reacción del consumidor frente a una góndola: por su expresión facial, puedes analizar el nivel de interés en el producto que ofrece la tienda. La percepción de estos detalles es importante para satisfacer las expectativas de los clientes, aumentar las ventas e influir en la fidelización.
Por ejemplo, si el 90% de las mujeres con perfil que visitan una determinada librería del día martes entre las 14:00h y las 16:00h son menores de 20 años y compran libros sobre el tema de la Historia Clásica, pueden usarse pantallas u otras formas de contenido visual para personalizar la tienda en ese horario.
Según el presidente del Grupo Boticário, Artur Grynbaum, la empresa desarrolla una herramienta de identificación del cliente por reconocimiento facial. El proyecto dependerá de la adhesión de los consumidores que participen en el programa de fidelización “d’O Boticário”.
Con este recurso, el asistente tendrá a su disposición datos de compras anteriores y también la navegación en los sitios del grupo.
“Uno de los desafíos es cómo usar estos datos, porque no podemos ser invasivos. Pero nosotros tenemos muchos datos, y tenemos que enriquecer el perfil del consumidor para ofrecer cosas que hagan más referencia a sus necesidades individuales. Ya no estamos en la fase de customización, sino en la fase de personalización.”
El director continúa: “Cuando el cliente entre en el ambiente, ya voy a saber quién es. El consultor de la tienda recibirá la información en su celular. También voy a tener un historial de compras de la persona que nos acompaña e incluso un producto de interés que haya buscado en nuestros sitios. ¿Y cómo hacer eso sin ser invasivo? El uso de los datos es un desafío. No podemos ser invasivos”.